En la mayoría de las dietas saludables que incluyen carnes, los nutricionistas recomiendan el consumo de las carnes magras. Este tipo de carnes, tienen proteínas magras, menor contenido de grasas y menor contenido de calorías.
Además, este tipo de carnes ayudan al mantenimiento de los músculos y los tejidos, pero también son favorables para la regulación de muchos procesos corporales, además de ayudar a controlar el peso por su sensación de saciedad.
Sin embargo, algunos tipos de carnes rojas también pueden considerarse como carnes magras, por ejemplo, el bistec de cerdo o la carne picada. También puede considerarse magro aquel corte que tenga menos del 10 por ciento de grasa cada 100 gramos de porción.
Las carnes magras tienen muchas vitaminas y minerales. Las carnes blancas tienen selenio, vitamina B3 y B6. Todas las magras tienen buenas cantidades de vitamina B12, que ayudan a la formación de las células sanguíneas.