Vivimos en una era paradójica: sobreinformados y conectados digitalmente, pero emocionalmente más aislados que nunca. En medio de este contexto, los profesionales veterinarios se han convertido en guardianes de un vínculo vital entre los seres humanos y los animales de compañía. En la charla “La confianza como motor del profesional veterinario y su conocimiento como la gasolina que mueve el país”, parte del primer encuentro entre la industria de alimento para mascotas, médicos veterinarios y entes estatales denominado “Capacitación con Propósito”, Antonio Sola nos invita a reflexionar sobre el verdadero rol de los veterinarios y la industria alimentaria de mascotas como faros de confianza, ética y conexión.
Hoy en día, los tutores de mascotas ya no solo buscan un diagnóstico o una receta: buscan orientación, empatía y acompañamiento. Esta nueva expectativa coloca a los médicos veterinarios y a la industria del alimento para mascotas en una posición crucial, no solo como proveedores de servicios o productos, sino como protectores conscientes del vínculo emocional y biológico entre humanos y animales.
Sola enfatiza que el ser humano primero siente, luego piensa, luego habla y después actúa. Esta secuencia natural nos recuerda que el trabajo del veterinario parte de la sensibilidad, no solo del conocimiento técnico. De ahí que la ética profesional y la coherencia en el accionar no sean opcionales: son la base de una relación sólida y sostenible con los tutores y con la sociedad.
“La nutrición con propósito es un acto de amor informado.”
— Antonio Sola
Este principio se convierte en una guía poderosa para toda la cadena: desde la investigación, el desarrollo de productos, hasta la atención veterinaria y el acompañamiento a los tutores. Hablar de nutrición con propósito es reconocer que alimentar es también cuidar, y que cuidar exige compromiso ético y técnico.
Ser veterinario hoy, implica mucho más que saber curar. Implica vigilar con coherencia y militar un significado compartido, es decir, sostener valores y actuar en consecuencia. Veterinarios, industria e instituciones estatales son faros que fijan dirección y observan el camino, liderando con propósito y responsabilidad.
El conocimiento veterinario es, como lo plantea Sola, la gasolina que puede mover al país. Pero no cualquier tipo de conocimiento: aquel que se sustenta en la ética, el amor por los animales y la responsabilidad con el entorno. En ese sentido, los profesionales veterinarios y la industria alimentaria para mascotas están llamados a ser líderes visibles y confiables, capaces de iluminar el camino en un mundo que anhela reconexión emocional y sentido de comunidad.
En conclusión…
Este artículo ha sido redactado en base a la charla de Antonio Sola, denominada “La confianza como motor del profesional veterinario y su conocimiento como la gasolina que mueve el país” dictada en pasado 25 de junio 2025, en la ciudad de Guayaquil en el primer encuentro realizado por CENMA “Capacitación con Propósito”