La Vitamina A ayuda a regular el sistema inmune y a proteger el cuerpo ya que mantiene la piel y los tejidos sanos de la boca, el estómago, los intestinos y el sistema respiratorio.
La Vitamina C ayuda a desarrollar una piel sana y tejido conectivo, lo que ayuda a bloquear la entrada de microbios extraños. La vitamina C también es un antioxidante que protege a las células (ej. células del sistema inmune) del daño causado por los radicales libres.
La Vitamina E funciona como antioxidante, protegiendo las membranas celulares del daño causado por los radicales libres, y es que las membranas celulares sanas ayudan a mantener alejados a los microbios extraños.
La Vitamina D ayuda a activar las células del sistema inmune y a regular su función.
El Zinc es necesario para la cicatrización de heridas y para la reproducción celular, lo cual es importante en la síntesis de nuevas células del sistema inmune.
Líquidos y electrolitos: Consumir la cantidad adecuada de líquidos (agua) y electrolitos como sodio, potasio y cloruro, ayuda a regular la temperatura del cuerpo. La nutricionista Jessica Lorenzo recomienda que la gente que se encuentra enferma debe ingerir una mayor cantidad de líquidos para evitar la deshidratación.
Las personas que corren el mayor riesgo de tener problemas relacionados con el sistema inmune son aquellas que no obtienen cantidades adecuadas de alimentos en su dieta, no tienen acceso a alimentos con nutrientes clave, están malnutridos o tienen alguna condición de salud que puede requerir un apoyo nutricional adicional.
A veces, a pesar de llevar una dieta balanceada, es difícil obtener la cantidad suficiente de todos los nutrientes que respaldan el buen funcionamiento del sistema inmune. Por ello, es conveniente tomar alguna bebida nutricional que te ayude a complementar tu dieta. Busca bebidas que contengan nutrientes esenciales como proteínas, vitamina A, antioxidantes, zinc y vitamina D.
Tu dieta es una parte importante para mantener una buena salud. Por lo tanto, lleva una alimentación balanceada y asegúrate de mantenerte hidratado con líquidos y electrolitos adecuados. Incluye en cada plato vegetales, carnes magras, lácteos y grasas saludables; esto puede ayudarte a obtener la nutrición que necesitas para mantener un sistema inmune fuerte.