En general, los lácteos tienen un perfil nutricional equilibrado y su consumo conlleva un contenido moderado de hidratos de carbono, que tienen como principal función el aporte energético. Riboflavina, niacina, vitaminas B12, A, o C y minerales como potasio, zinc, fósforo o yodo son algunos de los otros componentes que aportan los lácteos, explica el catedrático.
Las proteínas de los lácteos tienen alta calidad biológica, es decir, son altamente aprovechables para el fortalecimiento y el mantenimiento de la masa muscular. Los deportistas también deben tener un adecuado aporte de calcio y otros minerales y vitaminas.
Aporte de calcio, clave
En este sentido, Varela remarca que el calcio, que aportan fundamentalmente los lácteos, es clave para mantener una buena estructura ósea, rendir mejor en la actividad deportiva y reducir el riesgo de lesiones. Igualmente, supone una garantía para la salud ósea del deportista a lo largo de su vida.
Le leche está compuesta en un 90 % por agua y tiene proteínas y grasas de digestión lenta que permiten la absorción de agua y electrolitos de forma constante en el tiempo. A esto se suma que el lactosuero del yogur, adicionalmente, es una fuente de proteínas beneficiosas para los deportistas.
Y el potasio, presente en la leche, contribuye al mantenimiento de la presión arterial normal y las proteínas que contiene, con todos los aminoácidos esenciales, contribuyen a aumentar y conservar la masa muscular, en sinergia con la masa ósea, aspecto clave para los deportistas.
Generación Láctea, campaña cofinanciada con fondos comunitarios, difunde entre la población española que los lácteos, además de sabrosos, son alimentos situados en la base de la pirámide nutricional. En este contexto, Generación Láctea se ha convertido en proveedor oficial de la Minicopa Endesa gracias al acuerdo alcanzado entre la ACB e INLAC, para apoyar a los jóvenes talentos y fomentar hábitos saludables y el deporte.