El maíz se vende por encima del precio oficial, por falta del producto. La semana pasada el saco estuvo a 17,50 dólares y en esta, ya se oferta a 18 dólares. Así lo indicó a Diario EXPRESO
Los lácteos son uno de los siete grupos de alimentos que no deben faltar en la dieta de lo niños, destacando particularmente la leche de vaca, que contiene un importante aporte nutricional para ellos.
El calcio es importante en la alimentación infantil porque es necesario para la formación y mantenimiento del esqueleto y de los dientes. Además es necesario para el correcto funcionamiento del sistema muscular y del sistema nervioso. El 99% del calcio se encuentra en los huesos y pasa de suponer 30 g en el recién nacido a 1.200 g cuando la persona es adulta.
Se recomienda una ingesta diaria de calcio de 400 mg en los primeros seis meses, de 600 mg en el segundo semestre, de 800 mg en el período que comprende los 12 meses y los 10 años y 1.200 mg durante la adolescencia. Esto equivale a entre dos y cuatro raciones de lácteos al día, según la edad, que veremos a detalle más delante.
A pesar de ser beneficiosa para la dieta infantil, no se debe ofrecer a los menores de un año. Las razones por las que un bebé no puede tomar leche de vaca son varias. La primera es que los bebés no son capaces de digerir completamente la leche de vaca, y la parte que sí digieren lo hacen con problemas.
Otra de las razones es la cantidad de proteínas y minerales que tiene la leche de vaca. La leche materna tiene cerca de 1 gramo de proteínas por cada 100 ml, mientras que la leche de vaca tiene 3,3 gramos. Esta diferencia responde a algo muy lógico: la leche materna se crea para alimentar a un bebé de 3 kilos de peso y la leche de vaca se crea para alimentar a una ternera de 32 kilos.
Los riñones de los recién nacidos son muy inmaduros al nacer, pero esto no supone ningún problema si toma leche materna, porque es una leche que para nada los hará trabajar por encima de sus posibilidades. Ahora bien, si en vez de leche materna les damos leche de vaca, sus riñones se sobrecargarán y los bebés podrán sufrir alteraciones graves (sus riñones no son capaces de filtrar y excretar todo el exceso de nutrientes que está tomando).
Otro factor por el que los bebés no pueden tomar leche de vaca, es porque es posible que con ella sufrieran anemia. La leche materna contiene 0,1 mg de hierro por cada 100 gramos, mientras que la leche de vaca contiene 0,1 mg por cada 100 gramos.
Además, la leche de vaca es altamente alergénica y el riesgo de desarrollar hipersensibilidad a las proteínas de la leche de vaca disminuye muchísimo a partir de los 12 meses, cuando el intestino de los bebés es mucho menos permeable y deja de absorber moléculas que meses antes pasaban fácilmente al torrente sanguíneo produciendo alergias.
Fuente : Bebes y Mamás.com