En su artículo “El vínculo entre la carne y el sistema inmunológico”, Bramante enfatiza que excluir la carne y el pescado en la dieta podría tener un impacto negativo en la respuesta inmunitaria, que es la forma en la que el cuerpo reconoce y se defiende a sí mismo contra bacterias, virus y sustancias dañinas.
Bramante señala que “la respuesta inmunitaria de nuestro organismo está relacionada no solo con el hierro, sino también con la ingesta de energía, zinc, cobre y vitamina B6, todos los nutrientes que encontramos en excelente cantidad y biodisponibilidad en la carne”.
No solo los niños, sino también los adultos y los ancianos que siguen una dieta sin carne y pescado han registrado un recuento significativamente menor de glóbulos blancos y rojos, con niveles más bajos de neutrófilos, monocitos, eosinófilos, linfocitos y basófilos, todas las células involucradas en la respuesta de los anticuerpos.
Las declaraciones de la doctora Bramante están respaldadas por un estudio publicado en el Diario Oficial de la Sociedad Internacional de Epidemiología Ambiental (ISEE).7