Por otro lado, algunos de los platos y salsas más famosos del mundo incluyen huevos crudos en su preparación como el steak tartare, la pasta carbonara, el tiramisú o la salsa holandesa. Pero ¡cuidado! Añadir huevos crudos a tu batidos o recetas no es seguro.
Desde siempre se ha dicho que los huevos son la fuente más frecuente de salmonelosis, la causa suele estar en restos de excremento de gallina que puedan quedar adheridos a la cáscara, si entran en contacto con el interior y si se toman en crudo. Esta es la razón principal por la que es mejor tomar los huevos cocidos que crudos.
Evitar las enfermedades transmitidas por los alimentos es una buena razón para cocinar los huevos, pero no es la única razón. Si este argumento no te quita las ganas de ingerir huevos crudos, ahí va otro: para sacarle todo el partido al huevo hay que cocinarlo.
Es posible que se sorprenda saber que los huevos cocidos ofrecen más beneficios nutricionales que los crudos, pero es así. Lo afirma José María Puya, dietista y tecnólogo alimentario, quien señala en Alimentología que “las proteínas del huevo crudo (tanto clara como yema) son muy poco asimilables y hace falta cocinarlas o llegar al punto de nieve para que puedan ser asimilables”.
Además, como hemos señalado, es la forma más segura de tomarlos ya que al hacerlo te proteges contra la salmonela, que algunos defensores del huevo crudo afirman que solo existe en el exterior de la cáscara del huevo. Otros creen que con lavar el exterior del huevo y luego consumir el contenido crudo ya se protegen contra la salmonela. Ni lo uno ni lo otro. De hecho, el peor error que se puede cometer es lavar un huevo y guardarlo varios días para comerlo. Esto permite la entrada de gérmenes que contaminarán el alimento y, posiblemente, afectarán la salud del comensal.
Por otro lado, “si no cocinas el huevo, los antinutrientes que posee -la avidina y el ovomucoide- no serán eliminados. Y si se encuentran presentes, harán que las proteínas del huevo (especialmente las de la clara) se absorban un 50 por ciento menos”, añade Puya. Y en esto no hay discusión posible, la ciencia y los expertos coinciden: de un huevo cocido se aprovecha el 91 por ciento de las proteínas, de uno crudo, apenas el 50 por ciento.