En Conave, la gremial avícola de este país andino, vienen cumpliendo con su promesa de construir y proponer a partir de datos consolidados, confiables y públicos. Buen ejemplo a seguir.
Hace poco más de un año tuve la oportunidad de entrevistar a Diana Espín, directora ejecutiva de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave), y todavía recuerdo vivamente de ese encuentro una frase suya que me encantó: “En mi país no tenemos estadísticas del negocio avícola, hay datos”.
Me lo dijo luego de mi insistencia en profundizar sobre algunos números precisos de la actividad avícola, algo que suelo hacer y que a no pocos parece incomodar en este rubro donde el miedo —o cuando no, el franco desconocimiento— a los datos consolidados suele ser una variable general poco deseable para un periodista (aunque debería serlo igual para todo actor de esta cadena).
Por eso me permito celebrar la apertura a las estadísticas serias de la doctora Espín y del doctor Edgar Navarrete (presidente de la Junta Directiva de Conave), al igual que el paulatino y seguro cumplimiento de su promesa gremial de construirlas de manera científica y participativa.