La Asociación de Productores de Alimentos Balanceados (APROBAL) recomienda a las instituciones y autoridades del Gobierno nacional y gobiernos seccionales planificar con tiempo las acciones que sean necesarias para mitigar los efectos de las altas precipitaciones que podrían darse en el próximo invierno debido a la posible ocurrencia de un fenómeno de El Niño
Según el último informe de la NOAA, los distintos modelos indican, en promedio, un 64 % de probabilidades que se desarrolle El Niño hacia finales del año. En Ecuador, esto implicaría precipitaciones abundantes, desbordes de ríos, inundaciones y destrucción de infraestructura, así como caída de puentes.
De ocurrir el fenómeno de El Niño, las afectaciones en el sector agrícola se percibirán en 2024. En anteriores temporadas invernales con efectos de El Niño, las principales pérdidas en zonas bajas se dieron en plantaciones de arroz y banano.
Como se mencionó, la infraestructura vial se ve afectada, los puentes son derribados por las aguas, con lo cual se corta la comunicación con varias zonas y poblaciones rurales, así como el transporte de materias primas y productos, desde y hacia el puerto de Guayaquil, se ve también afectado.
En los años de mayor impacto de El Niño, años 1997 – 1998, se observó que la producción de arroz se trasladó a las zonas altas de Los Ríos. Dado que el cultivo de maíz se realiza, mayoritariamente, en zonas altas, onduladas, tanto de Guayas como de Los Ríos, Manabí y Loja, no se vería tan afectado, aunque no hay que descartar pérdidas que podrían ser significativas.
Frente a esta posibilidad, APROBAL sugiere desazolvar y limpiar los ríos, esteros y vías de drenaje, eliminando los obstáculos para evitar que existan taponamientos los que, a su vez, causan represamiento y mayores inundaciones. Igualmente, aumentar el parque de botes a motor para llegar y ayudar a las poblaciones aisladas así como la preparación de un plan de abastecimiento emergente de alimentos, vituallas y medicinas para estas zonas.